Ecological Footprint: Qué es la huella ecológica y cómo se calcula
Nuestro estilo de vida suele repercutir contra el medio ambiente y su mayor o menor impacto dependerá de nuestra responsabilidad individual.
Calcular la huella ecológica permite reducir el impacto sobre el planeta al concentrar nuestros esfuerzos en las actividades humanas diarias que pueden minimizar la cantidad de gases de efecto invernadero.
En este artículo vamos a contarte qué es la huella ecológica y cómo se calcula, un concepto que se conoce en inglés como ecological footprint.
¿Qué es la huella ecológica?
La huella ecológica, también llamada huella medioambiental, trata de medir el impacto sobre el planeta como consecuencia de las actividades del ser humano. Se puede decir que es la superficie de producción ecológica que hace falta para obtener los recursos que consume un individuo, así como la empleada para absorber los residuos generados.
Por tanto, es un indicador de sostenibilidad utilizado a nivel internacional para medir la repercusión que nuestros hábitos ejercen en el entorno. En el cálculo de la huella ecológica, de lo que hablaremos a continuación, hay que prestar atención a los siguientes aspectos:
- Es preciso contar con un flujo constante de materiales y energía procedente de sistemas ecológicos para producir todo tipo de productos y servicios.
- Cuando ya han sido producidos y utilizados, será necesario emplear más sistemas ecológicos para absorber los residuos que se han generado durante el proceso de producción y tras su uso.
- Para producir todos estos productos y servicios se requiere un espacio dotado de infraestructuras y equipamientos, lo que reduce el terreno ecológico. Además, el impacto no solo se genera en el lugar donde tiene lugar la construcción de los edificios que albergarán la maquinaria necesaria, sino que dependiendo del tipo de actividad contará con un mayor o menor radio de influencia.
¿Cuál es la diferencia entre la huella ecológica y la huella de carbono?
- La huella de carbono está asociada a los gases de efecto invernadero y se emplea para determinar el impacto de las actividades humanas sobre el medio ambiente.
- La huella ecológica, sin embargo, está asociada a los factores del estilo de vida del ser humano que resultan nocivos para el medio ambiente, independientemente de si emiten o no gases de efecto invernadero.
Se trata de dos indicadores de sostenibilidad que permiten saber el impacto medioambiental del ser humano para ser conscientes de ello, de forma que podamos actuar a tiempo para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y luchar contra el calentamiento global.
De hecho, cada persona puede compensar las emisiones de CO₂ y aportar su grano de arena para actuar en beneficio del clima.
Cómo calcular nuestra huella ecológica
Con objeto de calcular la huella ecológica es posible tener en cuenta dos factores importantes: la biocapacidad que tiene el planeta y la actividad humana, es decir, los recursos que han sido consumidos por el ser humano, así como los desechos generados.
La biocapacidad, por tanto, se refiere a la capacidad que tiene el planeta para generar recursos. En ese sentido, para calcular la huella ecológica tendremos que restar de los recursos que genera el planeta en un año, los recursos consumidos por un individuo. Es importante saber que los resultados de la huella ecológica se miden por hectáreas, de tal modo que si un africano necesita para vivir 2,7 hectáreas, un europeo necesita contar con 4,5.
Tras comprobar los resultados de este cálculo a nivel mundial, podemos comprobar que la capacidad del planeta no es suficiente para atender a todas las necesidades de sus habitantes. Consumimos tantos recursos y generamos tantos residuos que la biocapacidad del planeta es insuficiente y no tiene capacidad para asimilarlos.
Cuando hablamos de falta de espacio biológico para satisfacer las necesidades del ser humano, estamos haciendo referencia al déficit ecológico o deuda ecológica, que no es más que el resultado obtenido tras restar a la biocapacidad de un lugar concreto, su huella ecológica.
Calculadoras de ecological footprint
Para hacer este cálculo existen diferentes calculadoras que se encuentran a disposición de cualquier usuario. Esas herramientas son totalmente gratuitas y permiten realizar este cálculo de forma sencilla y rápida.
- Por ejemplo, la calculadora del Global footprint network consiste en un cuestionario que no solo calcula la huella ecológica de cada individuo, sino que ofrece consejos para reducir su impacto en el planeta.
- Lo mismo sucede en el caso de la calculadora de la Fundación vida sostenible, cuyo objetivo es realizar una estimación del uso de recursos naturales en función de cada estilo de vida. De ese modo, plantea un tipo de estilo de vida que dé lugar a una huella ecológica sostenible al no superar la capacidad de carga del planeta.
Por lo tanto, reducir el impacto sobre el entorno es algo que nos incumbe a todos. Cada individuo debe actuar bajo su propia responsabilidad para adoptar un estilo de vida más sostenible.
Antes hemos hablado de la huella ecológica europeo medio, cuyos datos son muy similares a la huella ecológica generada por los españoles, que en 2017 dio lugar a 4,0 hectáreas teniendo en cuenta una biocapacidad de 1,2 hectáreas globales.
Esta situación nos ha llevado a colocarnos en el puesto número 20 dentro del ranking de países que ejercen mayor impacto sobre el planeta, es decir, con mayor huella ecológica. Los países que ocupan la primera posición en este listado son Estados Unidos, Rusia y China.
Actividades que más contribuyen a la huella ecológica
Aparte de los recursos empleados por cada uno de nosotros en nuestros hogares, las actividades que generan más huella ecológica son las siguientes:
- La energía nuclear
- El sector de la pesca y la ganadería
- La agricultura
- El consumo de papel y madera
- El aprovechamiento de leña
- La quema de combustibles fósiles
- Los asentamientos humanos
¿Cómo reducir tu huella ecológica?
Las actividades humanas conllevan una gran cantidad de emisiones de carbono, generando gran parte de la huella ecológica. Pero como ya hemos mencionado, todo individuo puede cambiar su estilo de vida para tratar de reducir su impacto en el planeta.
Pues bien, algunos de los hábitos que pueden contribuir efectivamente a la reducción de emisiones de CO₂ son:
- Moverse de forma sostenible
- Reciclar y conceder una segunda vida a diversos materiales
- Optimizar tanto como sea posible el consumo de energía
- Producir energía sostenible propia
- Apostar por compañías de energía verde