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En nuestro camino como emprendedores aprendemos que hay diferentes estrategias que podemos aplicar para ayudarnos a planificarnos mejor. Este es el caso del roadmap: un método probado que da muy buenos resultados en cuanto a la gestión de un proyecto.
Un roadmap, tal y como su nombre indica, es una “hoja de ruta” que elaboramos para organizar cada uno de los pasos del desarrollo de nuestro emprendimiento.
En este plan, incluimos todas las indicaciones que nos ayudarán a llegar a una meta en específico. Lo podemos realizar de manera detallada o simplificada, o a corto o largo plazo, dependiendo de nuestros objetivos.
Es una manera muy práctica y eficiente de medir y organizar el desarrollo de una idea de negocio, un producto o un servicio.
Al elaborar un roadmap, lograrás que los inversores, mentores y cada uno de los profesionales que están involucrados en el proyecto puedan tener una idea más concreta de los pasos a seguir. Esto les permitirá tomar la decisión de si vale la pena creen en el proyecto o no.
El objetivo de una hoja de ruta, es que te ayude a conceptualizar mejor tu proyecto. Por eso, debe cumplir con las siguientes características:
Con todas estas consideraciones, puedes elaborar un roadmap que te ayude a determinar si tu proyecto es viable, o si por el contrario necesitas considerarlo mejor.
Para poder realizar un roadmap que sea realmente efectivo, debemos tener ciertas consideraciones.
No es un documento estático, es decir, lo debemos actualizar de manera constante a medida que vamos obteniendo resultados. A medida que se vayan cumpliendo los pasos y objetivos establecidos, es posible que vayan surgiendo nuevas ideas y metas.
La revisión se puede hacer semanalmente, o a medida que se vayan observando resultados. Eso sí, es importante que las actualizaciones se comuniquen a todo el equipo.
Ahora que ya conoces la importancia de tener una hoja de ruta en tu proyecto, y las características más importantes, es necesario que sepas cómo elaborarlo.
Recuerda que aunque puedas tener mucha experiencia con tu emprendimiento, la organización es la clave para obtener resultados. La improvisación y la creatividad deben ser parte de tu marca, pero también necesitas tener un proceso ordenado y estructurado si realmente quieres ver cumplidos tus objetivos.
Con todo esto en mente, empieza a elaborar tu roadmap siguiendo unas indicaciones sencillas:
El primer paso para saber si tu proyecto es viable es estableciendo la meta. Es decir, el objetivo que quieres lograr.
Plantea tu necesidad en forma de objetivo. Puede ser que quieras lanzar un nuevo servicio y que tenga éxito en el mercado. O tal vez quieras lograr más conversiones en tu página web, o aumentar las ventas de un determinado producto.
Sea cual sea tu meta, debes definirla claramente y establecer un plazo para lograrlo.
Al tener tu objetivo bien establecido, lo siguiente será dividirlo en etapas, fases e hitos.
En este momento es cuando deberías reunirte con tu equipo, y juntos hacer una lluvia de ideas. Esta es una forma de involucrar a todo el equipo y llegar a conclusiones más creativas y escuchando las necesidades de todos.
Divide tu objetivo en etapas, y cada una de estas etapas tendrá sus propios objetivos a lograr, los cuales serán los hitos de cada fase.
Esto te permitirá a observar claramente la consecución de las metas, y a medida que las vas logrando podrás ver como tu equipo se compromete aún más con el proyecto.
Una vez definidas cada una de las fases del proyecto, deberás indicar cuáles son las personas que estarán involucradas en ellas.
Aquí están incluidos los profesionales que trabajan contigo, los clientes y los proveedores. Debes contrastar cada una de las etapas con ellos, y determinar si aprobarán los resultados.
De esta manera, tienes una buena organización, y cada uno de los participantes sabrá lo que debe hacer.
Ahora que tu roadmap está finalizado, debes presentarlo de manera visual. Esto te motivará a cumplirlo y te permitirá tener siempre claro el plan a seguir.
Hay muchas herramientas que puedes usar: desde herramientas online de creación de diagramas, hasta Excel o una pizarra y rotuladores de colores.
Lo importante es que utilices el método que te resulte más fácil y te permite compartirlo con tu equipo, si es el caso.
Recuerda que una parte importante de tu roadmap es el hecho de que debes hacerlo flexible, para que permita una actualización constante.
De manera que debes hacerlo con la finalidad de que sea posible adaptarle los cambios que vayan surgiendo.
También es fundamental la participación de todo el equipo. Que todos puedan contribuir y colaborar a medida que se vayan cumpliendo los resultados.
Tener una hoja de ruta será imprescindible para el éxito de tu proyecto. Te permitirá tener claro en todo momento dónde poner el foco y acelerará la toma de decisiones. Define el objetivo, planea las etapas y los hitos, confirma las personas involucradas, trabaja en su visualización, ¡y ya lo tienes!
Un Roadmap es una planificación visual que muestra los objetivos y metas de un proyecto a lo largo del tiempo. Es como un mapa que indica los pasos necesarios para alcanzar un objetivo específico.
La efectividad de un Roadmap se evalúa comparando lo que se planeó con lo que realmente sucedió en el proyecto. Para ello, se comparan los hitos alcanzados, los objetivos cumplidos, los plazos previstos y los recursos utilizados con los planificados inicialmente en el Roadmap.
Existen diversas herramientas y tecnologías que se utilizan para crear y gestionar Roadmaps. Algunas de las más comunes incluyen:
Algunas tendencias actuales en el desarrollo y gestión de Roadmaps son:
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