¿Qué es un DAO en finanzas?
Es posible que hayas escuchado el término DAO u Organización Autónoma Descentralizada, aunque si no tienes muy claro qué es, desde aquí vamos a definirlo y analizar su potencial para que te quede más claro.
Está relacionado con la tecnología blockchain y con las criptomonedas, y según aclaran los expertos, aún le queda mucho recorrido al tratarse de un sistema incierto.
De cualquier forma, al igual que sucede con el Metaverso, es sinónimo de futuro y muchas compañías importantes no quieren perderse lo que está por venir. De esa forma, ¿qué es un DAO en finanzas? Aquí te lo contamos.
¿Qué significa la palabra DAO?
DAO hace relación a la manera que tienen las personas de organizarse a través de Internet y del empleo de la tecnología blockchain. Es una manera para sacar proyectos e ideas adelante, permitiendo la interacción entre sus miembros.
Las Organizaciones Autónomas Descentralizadas hacen alusión a grupos de individuos que cuentan con una misión concreta y trabajan coordinadamente de acuerdo a una serie de reglas codificadas a través del uso de blockchain, de forma que puedan decidir acerca de la dirección de una organización.
Teniendo en cuenta los sistemas tradicionales de gobierno en las empresas, este sistema destaca por su alto nivel de transparencia. Además, las DAO también están asociadas a la reducción de los riesgos de corrupción y censura latentes, precisamente en estas formas tradicionales de gobierno.
Se trata de un modelo de gestión que ya circula en la comunidad de criptomonedas desde el momento en el que Bitcoin pudo ejercer sus transacciones financieras sin ayuda de intermediarios. De esa forma, la idea principal que gira alrededor de las DAO está asociada al funcionamiento efectivo de una organización o empresa sin necesidad de una gestión jerárquica.
Principales características del DAO en finanzas
Este tipo de organizaciones proporcionan niveles de inmutabilidad y transparencia más elevados que las tradicionales. Los proyectos con altos niveles de descentralización los están empleando para que la comunidad pueda tomar las decisiones oportunas para fomentar su crecimiento y estabilidad.
Cuando hablamos de contrato inteligente nos referimos a un conjunto de normas programadas a través de blockchain. Cuando la DAO está constituida, dadas sus propiedades de inmutabilidad, las reglas no podrán modificarse. Además, la formación de una DAO no precisa la verificación de identidades ni de un capital social, funciona en Internet y no está sujeta a ningún impuesto ni ha de responder a ninguna jurisdicción concreta. Por esa razón, cualquiera puede abrir una DAO de forma sencilla sin necesidad de ser un experto en la materia.
Aquellos que aporten más valores a la red, recibirán tokens (unidad de valor creada por la organización para gobernar y conceder más poder) como incentivo. Si existe un compromiso importante para alcanzar los objetivos del proyecto, es posible apoderarse de un puesto en la comunidad y conseguir más activos como método principal de pago por los servicios prestados.
La misión de las DAO no consiste en reclutar a personas, sino que aceptarán a quién quiera formar parte del proyecto. De hecho, quién decida entrar en este tipo de organización pensando en enriquecerse, al final no tendrá más remedio que darse de baja al darse cuenta de que no encaja.
¿Cómo funciona el DAO y cuáles son sus normas?
Bitcoin fue la primera DAO funcional al contar con una serie de reglas preprogramadas, seguir un protocolo de consenso y funcionar de forma autónoma. A partir de ese momento, la plataforma Ethereum hizo posible la utilización de contratos inteligentes, dando forma a las características actuales de las DAO.
Para que una DAO sea operativa, necesita un conjunto de normas para funcionar. Las reglas de esta organización se realizan a través de un contrato inteligente, que no es más que un programa en Internet que existe de manera autónoma, pero que también necesita que los usuarios lleven a cabo ciertas tareas que no es capaz de realizar por sí solo.
Una vez se establecen dichas reglas, se inicia el proceso de financiación. Esto es un paso fundamental porque una DAO debe contar con tokens empleados por la organización para recompensar las actividades que se realizan en ella. Además, para que los usuarios tengan derecho a votar y puedan influir en su funcionamiento, deben invertir.
Una vez terminado este periodo, la DAO se establece como un organismo autónomo e independiente que destaca por ser de código abierto y cuyas normas y transacciones se registran en una cadena de bloques. Esto permite que las DAO sean incorruptibles y transparentes.
Una vez la organización funciona, todas las decisiones acerca del uso de fondos se tomarán entre todos, es decir, los usuarios que adquirieron una participación podrán hacer sus propuestas. Acto seguido, los que estén interesados podrán votar sobre las mismas, aunque se necesitará el acuerdo de la mayoría.
En las DAO es posible intercambiar fondos con cualquier persona sin necesidad de un intermediario, ya sea en forma de donaciones caritativas, préstamos, inversiones o recaudaciones. Lo peor de todo es que todas las acciones requieren este sistema de votación, incluso si fue detectado un problema de seguridad, no podrá ser corregido hasta que la mayoría de sus miembros vote. Esto puede generar que los hackers actúen ante un error en el código mientras se lleva a cabo la votación.
Básicamente, las DAO se implementan a través del uso de contratos inteligentes. Hoy día, se ha convertido en una tendencia muy común para satisfacer las realidades o necesidades actuales.
¿Cuáles son los beneficios de DAO?
Los miembros de la DAO influyen sobre los fondos asignados al proyecto a través de su voto, por lo que el proyecto destaca por su transparencia. En el futuro se espera que los organismos autónomos descentralizados ayuden en la coordinación entre los miembros de la organización y a la hora de crear nuevas perspectivas de integración global.
En resumen, se espera mucho del equipo de desarrollo de la organización, de forma que forje el contrato inteligente adecuado que les garantice la consecución de objetivos y metas esperados.
Cualquier persona que muestre interés en esta organización y desee suscribirse a dicho proyecto, deberá invertir en él para proceder a la toma de decisiones en consenso.