El ciclo de vida de un producto

El ciclo de la vida de un producto es un concepto que se usa para referirse al desarrollo de las ventas que tiene un artículo desde su lanzamiento al mercado hasta el posterior retiro de este. Este término vendría siendo una analogía del mismo ciclo de vida de los humanos y, de la misma manera, ayuda a ubicar a las empresas en la etapa en la que se encuentra el producto.

Si bien esto podría sonar como algo irrelevante, lo cierto es que es todo lo contrario, ya que esto les permite a las compañías una mejor toma de decisiones sobre sus negocios.

Lo que lo convierte en un elemento indispensable para los administradores de una empresa y de conocimiento básico para los interesados en el marketing.

Importancia del ciclo de la vida de un producto en el marketing

Si bien el ciclo de la vida de un producto no tiene un efecto directo sobre la comercialización que hacen las empresas, lo cierto es que les ayuda a los especialistas a crear un plan en el cual puedan visualizar el trayecto que tendrá el producto de una manera completa.

Además, saber el punto en el que se encuentra el producto ayuda a decidir qué movimientos hacer para sacarlo a flote, o, en su defecto, retirarlo del mercado. Cabe aclarar que el modelo se basa en las opiniones de los altos mandos, por lo que estos deben ser muy cuidadosos a la hora de determinar la etapa en la que se encuentran.

Tampoco es un proceso perfecto y tiene ciertos defectos, como que carece de un tramo de tiempo aproximado de duración de las etapas y no ayuda en el cálculo de las ganancias y las pérdidas. Pero a pesar de esto, tiene muchos beneficios, por lo que es bueno tenerlo en cuenta y saber en qué consiste para utilizarlo correctamente.

¿Cuáles son las etapas del ciclo de la vida de un producto?

Esencialmente, el ciclo de vida de un producto tiene 5 etapas: Desarrollo, Introducción, Crecimiento, Madurez y Declive:

Desarrollo

Muchos suelen omitir esta etapa a pesar de ser una de las más importantes. Aquí es donde los especialistas deben hacer prácticas sus ideas y dotarlas de algunas características que hagan distinguir a su marca. El producto puede ser cualquiera que te imagines, desde una silla hasta un cosmético, pero la pregunta más importante que debes plantearte es: ¿qué puede ofrecer que sea mejor que el de otras compañías? Ese es el punto clave que debes tratar en la fase de desarrollo.

Introducción

Este es el momento donde el consumidor y el producto interactúan por primera vez. Será uno de los momentos clave, ya que, por lo general la demanda será inferior a la oferta. Por lo tanto, en esta fase puede ser interesante hacer grandes promociones para darlo a conocer a un público general con descuentos temporales, etc.

Crecimiento

Una vez superada la fase anterior, comenzarán a aparecer las ganancias y el producto empezará a ser más conocido. Por lo que, diferente al punto anterior, la oferta superará a la demanda. Aunque no todo es tan bueno, ya que aquí es donde empieza a aparecer la rivalidad con otras empresas con productos similares.

Madurez

Se podría decir que este es el periodo más largo que enfrentará el producto, ya que es durante este tramo de su vida donde las ganancias y solicitudes se volverán constantes hasta llegar a un punto donde se detengan, lo que dará paso a la etapa final.

Declive

Este es el momento que las compañías buscan evitar a toda costa, debido a que el producto dejará de ser rentable, lo que resultará en la pérdida del público consumidor. Por lo que las pérdidas se harán evidentes y habrá que retirar el producto del mercado. Aunque no tiene por qué darse así exactamente, ya que en muchos casos se podría rediseñar el producto para intentar seguir dentro del mercado.

¿Qué métodos se pueden utilizar para alargar el ciclo de vida del producto?

«El declive» se podría considerar como la muerte de un producto, por lo que siempre haremos todo lo posible para evitar que esta etapa llegue. Si bien no existe un método universal, si existen varias formas de mantener fresco el producto. Esto será algo necesario la mayor parte del tiempo, ya que hay que tener en consideración que el mercado está en constante evolución y las necesidades de los consumidores cambian, por lo que es fácil que el producto quede obsoleto.

Dicho esto, es fácil mantenerse en juego innovando al mismo tiempo que se le da una nueva perspectiva a lo que se ofrece. Esto puede ser o bien creando nuevas campañas de publicidad, o también con la inclusión de nuevas funciones que sirvan como extra de valor a lo que ya ofrecía al comienzo el producto.

Durante todo el tiempo que dure el ciclo de vida del producto hay que tener en cuenta la opinión del consumidor a la hora de realizar cualquier movimiento o cambio, procurando orientarlo siempre a que genere un valor y un verdadero beneficio en su vida cotidiana. De esta forma podrás ir creando clientes fieles que confíen en tu marca.

¿Cómo funciona el ciclo de vida de un producto?

Si bien las etapas que hemos descrito anteriormente están presentes en todos los productos del mercado, estas pueden varían dependiendo del producto en sí. Los más longevos son los consumibles, que pueden sobrevivir décadas con altos y bajos en el mercado. Incluso, muchas compañías han lanzado alguno de sus comestibles luego de haberlos retirado anteriormente, volviéndose a posicionar en el mercado muchos años más. Aquí podríamos meter también a los productos retro, por ejemplo.

Por otro lado, en una sociedad metida de lleno en la tecnología, siempre hay nuevos avances que dejan atrás productos importantes. Es por este motivo que grandes empresas como Apple suelen actualizarse de una manera casi constante. Aunque también hay que ser consciente de cuando estás llegando a un punto muerto en el que la inversión solo generará grandes pérdidas para la compañía y salirte antes de que eso ocurra.

¿De qué sirve rediseñar un producto?

Un rediseño en un artículo que ya ha sido lanzado significa aumentar la cantidad de beneficios que ofrece, así como cambiar algunas características para llegar a un público más amplio. En otras palabras, sería crear un nuevo producto casi desde cero con una estructura base, por lo que se tendría que repetir nuevamente el ciclo de vida, en vez de alargar la etapa de madurez.

Esto es una apuesta bastante arriesgada, ya que una nueva versión del producto podría generar una alta expectativa del cliente, y presión en superar a su antecesor. Pasa constantemente en el mercado de la tecnología. Por lo que, en ciertos casos, simplemente se lanza como una nueva versión sin retirar el producto anterior. Aunque, por otro lado, esto podría generar una situación de auto competencia.