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Cold Wallets: qué es y cómo funciona una billetera fría

La funcionalidad y la seguridad se encuentran en un mismo camino a través de los llamados Cold Wallets o billeteras frías. El simple hecho de tener la tranquilidad de que los fondos no puedan ser robados es algo que, en general, resulta factible para el mundo actual. 

La seguridad en las criptomonedas se debe controlar de manera eficiente si se quieren evitar hackeos o robo de claves. Al fin y al cabo, estamos en un mundo interactivo donde hay especialistas, incluso, para extraer las criptomonedas de forma fraudulenta.

Para tener un conocimiento más preciso y detallado sobre los Cold Wallets, te explicamos qué son y cómo funciona una billetera fría. 

La tranquilidad en la gestión de criptomonedas es primordial, y las Cold Wallets ofrecen esa seguridad. A medida que profundizamos en sus características, también reconocemos la importancia de la ciberseguridad en todos los ámbitos digitales. Descubre cómo la protección integral es fundamental en nuestra guía sobre seguridad cibernética para equipos Blue Team.

¿Qué es el Cold Wallet?

El monedero de criptomonedas tiene la categoría de cartera digital que permite almacenar el dinero obtenido de forma interactiva, es decir, lo que se conocen como las criptomonedas. Este mecanismo proporciona una gestión del dinero obtenido que, básicamente, queda resguardado y completamente seguro en un espacio de alta seguridad. 

Para su control, es preciso que se utilicen unas claves que se generan por un servicio que, de manera alternativa, no queda conectado a la blockchain, algo que permite estar fuera de la conectividad con internet. 

¿Cuál es la misión que cumple? Precisamente, sería un planteamiento semejante al de una cuenta bancaria, es decir, como un depósito de dinero donde se pueden incorporar grandes cantidades de criptomonedas. El término de billetera fría hace referencia, precisamente, a la idea de que quede desconectado de internet y que se pueda trabajar con ello sin el riesgo de que pueda haber un hackeo, de tal manera que existe un servicio de seguridad de confianza y completamente funcional.

A diferencia de los fondos que sí están conectados a internet y que pueden sufrir el ataque de los hackers, las Cold Wallets ofrecen la oportunidad de que no haya riesgo de robos. De esta manera, se consigue la certeza de que no se caiga en el peligro de perder el dinero, algo que genera más seguridad teniendo en cuenta que, en la actualidad, es muy sencillo caer en la problemática de extraviar el hardware o que se produzca la pérdida de los fondos que tanto ha costado conseguir y que, por un descuido de inseguridad, un hacker ha logrado robarlos.

Una de las virtudes de las Cold Wallets es que ofrece la confianza y tranquilidad de que no puede haber un hackeo que desarticule el operativo o que pueda implicar un robo. Esto se debe, fundamentalmente, a la ausencia de una conexión que pueda ocasionar un robo online. Sin embargo, el manejo puede resultar algo complejo para un usuario particular sin conocimientos precisos sobre la materia. En ese caso, se recomienda acudir a un especialista donde realizar las consultas pertinentes.

Tipos de Cold Wallets

Los tipos son los siguientes: 

  • En línea para almacenar en la nube.
  • Aplicaciones para el smartphone.
  • Instalada en el laptop o en la PC.
  • Fría o USB, un recurso físico en el que se pueden guardar todos los datos y claves privadas.
  • En papel, siendo una copia física de las claves públicas y privadas.

Aprende más sobre las estrategias de defensa digital en esta publicación sobre los equipos de Blue Team en ciberseguridad.

¿Cómo funciona una billetera fría?

La billetera fría ofrece diferentes prestaciones para garantizar la máxima seguridad. Se integra directamente en un compendio de servicios para ofrecer la compra y venta de criptomonedas de forma práctica y cómoda. 

Tal y como se encuentra el mercado online hoy en día, es conveniente valorar la adquisición de una billetera de este tipo para evitar posibles problemas o robos que, en el fondo, pueden suponer la pérdida de las ganancias obtenidas o de los ahorros almacenados.

Las Cold Wallets esquivan por completo los malwares y otros softwares malignos que puedan estar en la red. El sistema operativo no se puede ver vulnerado de ninguna manera en este caso. Así, el usuario propietario de la billetera es quien gestiona y controla el manejo de claves y la obtención de criptomonedas; de hecho, hay posibilidad de que se pueda garantizar la configuración de un PIN para evitar la entrada de terceros al uso de la Cold Wallet.

Otra de las funciones que ofrecen es que pueden llegar a ser compatibles con sistemas operativos de otras categorías. Al conectar el dispositivo al ordenador, se entra en la aplicación para comenzar la administración de las criptomonedas. A partir de ahí, se dispone de una interfaz de entrada y de salida para que se puedan hacer las transacciones con estas monedas virtuales.

Existe otra variante que sería la billetera híbrida o wallets híbridos. Se caracterizan por ser billeteras calientes y frías a la vez, teniendo en cuenta que se puede operar con las primeras y empleado todas sus ventajas para que, a continuación, se consigan almacenar las criptomonedas fuera de línea en una billetera fría. Hay que tener en cuenta que esta última se recomienda para las personas que quieran guardar las criptomonedas a medio o largo plazo, del mismo modo que también es algo factible si se tiene un amplio volumen de las mismas. El riesgo se encuentra en las billeteras calientes; por eso, una fría puede ser la solución ante los posibles inconvenientes que puedan surgir.

Las funciones de una Cold Wallet permite que haya cierta dificultad a la hora de hackear las criptomonedas. Se evita, así, la delincuencia interactiva para aquellos que quieran acceder a las cuentas u ocasionar un robo de las monedas. En este sentido, no se permite el acceso bajo ningún concepto; incluso, el propio Estado no tiene la capacidad de intervenir ni saber de la actividad que se está realizando, por lo que se consigue una privacidad que resulta muy interesante a la hora de trabajar con las crypto.

Conclusión

En definitiva, las Cold Wallets son una buena forma de ahorrar. Permiten Hodlear y guardar las monedas para lograr la seguridad de mantener las criptomonedas a buen recaudo y, por otro lado, permite gestionarlas de manera práctica y cómoda una vez que se conoce el funcionamiento del sistema operativo, algo realmente interesante para tener un control absoluto sobre el dinero virtual.

Mientras las Cold Wallets ofrecen una solución segura para las criptomonedas, la ciberseguridad es un campo que requiere atención constante. Amplía tu conocimiento sobre cómo proteger activos digitales y más en nuestro artículo sobre Blue Team y seguridad cibernética.

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