EVM, la Máquina virtual de Ethereum 

Una de las máquinas virtuales que trabaja dentro del ámbito de blockchain es la Ethereum Virtual Machine (EVM), es decir, la Máquina Virtual de Ethereum que ofrece distintas posibilidades a la hora de ejecutar operaciones. Las características de este sistema hacen que, a día de hoy, sea uno de los recursos más interesantes y eficientes a la hora de obtener funcionalidad y flexibilidad dentro de las llamadas ejecuciones de programas o smart contracts.

¿Qué es la Máquina Virtual de Ethereum?

La Máquina Virtual de Ethereum fue creada por Gavin Woods y Greg Colvin. El primero de ellos, trata de buscar algunos principios del sistema que van a ser, precisamente, en el Yellow Paper de Ethereum. Es aquí donde se van a plantear una serie de iniciativas que van a dar lugar a la EVM. En cuanto al segundo de sus creadores, se confirma como la persona que lleva a cabo la producción y desarrollo de la máquina, con el fin de ofrecer un recurso efectivo y tecnológico apto para el pleno rendimiento diario.

De este modo, van a conseguir transformar todo lo que rodea a Ethereum para que, finalmente, se consiga un trabajo eficiente sobre las tecnologías que usan blockchain. Se puede considerar como una tecnología puntera que, en general, llega a posicionarse en lo más alto dentro de los sistemas de trabajo en torno a blockchain. Ofrece múltiples oportunidades para que los usuarios disfruten de un ejercicio responsable y dinámico. Se garantiza el buen funcionamiento y se evitan posibles errores que puedan surgir.

Esta máquina virtual se crea con el lenguaje Solidity, un sistema de programación que facilita la producción de los smart contracts; de este modo, el lenguaje consigue transformar el Solidity a un bytecode, el cual es ejecutado posteriormente por la EVM. 

No importa si se están haciendo operaciones sencillas o complejas, la propia máquina es capaz de ofrecer el máximo rendimiento y lograr un trabajo específico que funciona perfectamente a modo de ordenador mundial descentralizado. Además, no hay ningún tipo de limitación y se permite el uso de EVM para aprovecharlo al máximo.

Al ser un centro de operaciones a modo de computador, el EVM se puede ejecutar bajo órdenes completamente programadas, todo mediante un sistema de reparto sin centralizar en un único punto y alcanzar la resolución de todo tipo de tareas que se puedan plantear. Por tanto, es un sistema muy resolutivo que garantiza la solución a los problemas que puedan aparecer dentro de la red Ethereum. 

Las instrucciones quedan establecidas en contratos inteligentes y tienen, a su vez, un código propio que, básicamente, habilita el funcionamiento una vez que llegan a la blockchain. Simplemente, se necesita una interacción con alguna DApp o un contrato inteligente.

¿Cómo funciona EVM?

Fundamentalmente, la EVM no llega a ejecutar el lenguaje directamente, pero sí que permite la ejecución de smart contract y su propio diseño. 

Se lleva a cabo un proceso de agrupación de instrucciones que van a permitir la creación de los smart contracts y, por otro lado, se llega a desarrollar un ejercicio de fácil manejo para que cualquier usuario pueda adquirir algunos conocimientos y, a partir de ahí, consiga trabajar con la EVM. Se simplifica el desarrollo y actualización de las aplicaciones, mientras que también ofrece seguridad plena frente a posibles intervenciones de hackers que, incluso, traten de introducirse en la red.

Hay que señalar que dentro del funcionamiento de EVM, Solidity es el lenguaje que trata de llevar a cabo esa creación de los llamados contratos inteligentes. Posteriormente, se procede al establecimiento de unos códigos de operación que van a ser asumidos y comprendidos por parte de la EVM. Así, los códigos de operación trabajan en torno a una serie de tareas como es, por ejemplo, el almacenamiento de información a través de la memoria que guarda esos contratos y que, en este sentido, permite el acceso a estos de forma rápida y precisa.

El objetivo es que se produzca la conservación y almacenamientos de los contratos para que queden guardados en la EVM de manera indefinida. Siempre que se desee acceder a estos para realizar cualquier operación, quedan disponibles. Además, todos los valores se pueden leer sin que se tengan que abonar comisiones. De todas formas, hay que valorar la idea de que Ethereum es una blockchain pública y que el lenguaje bytecode se puede llegar a descompilar. Este tratamiento hace que queden abiertos y claros los contenidos del smart contract.

Otras características fundamentales

La EVM lleva a cabo una emulación de las funciones de un computador. Se consigue recrear un procesador o el propio disco duro con cualidades de memoria y ejecución de software específico que, al fin y al cabo, se encuentra dentro de la máquina virtual. Adquiere la condición de un sistema computador dentro de un ordenador, perfectamente capacitado para la realización de operaciones rápidas, algo que es digno de valorar y que proporciona una comodidad única.

La portabilidad es otra de las características básicas de la EVM. Puede llevarse a otros sistemas y hardware para que se logre la conexión e interfaz de control. De este modo, se trabaja en torno a las instrucciones, las cuales ya se han comentado previamente, y que, por otro lado, están dispuestas en compartimentos bien definidos. Todo queda en un estado accesible para que el usuario pueda hacer uso de los recursos que precise. Esto es algo realmente interesante para lograr un ejercicio eficiente en torno al uso de la máquina.

En definitiva, se tiene constancia que la EVM se ha introducido en la red y, por supuesto, dentro del mundo Ethereum, pero también hay que decir que aún tiene un largo camino por delante donde, probablemente, se lleven a cabo aplicaciones de mejora en el funcionamiento y otro tipo de soluciones que, en el fondo, puedan perfeccionar el sistema. Evidentemente, esto puede repercutir en el ámbito bursátil y que se produzca un crecimiento de las acciones de Ethereum gracias a la mejora de su trayectoria en el futuro.